Bien, el origen de la palabra “aló" parece que está en España, como una variación del "Allô" que se usa en Francia y que a la vez procede del antiguo “hallo" inglés. Por allí en algún lugar de los archiveros del cyber espacio leí esto: “Según un "Diccionario de palabras y frases extranjeras" la expresión fue usada en España hasta los años 30 del siglo XX. Ahora se considera ridícula y pasada de moda y nadie la emplea". Tiene mucha lógica su origen francés, al ser España vecino con Francia y por la similitud en la escritura y pronunciación de ambas palabras, ¿no?, además de que el idioma francés (no tanto el inglés) tenía gran influencia sobre las clases altas españolas de ese entonces (que ya podían darse el lujo de tener un teléfono).
De más está decir que de España el uso de la palabra "aló" se propagó a muchos países hispanohablantes del continente americano. Supongo que no hay nada más que aclarar en cuanto a esta opinión sobre el origen de la palabra aló al usar el teléfono.
Pero bien, me quiero extender un poquito hasta la primera palabra utilizada al saludar al teléfono. La historia dice que Thomas Alva Edison puso "hello" en uso común, ya que mandó una carta al representante de la compañía telegráfica de Pittsburgh, sugiriendo como forma correcta de contestar al teléfono la palabra “hello", mientras que el inglés Graham Bell pensaba que la mejor palabra sería "ahoy" y siempre la siguió utilizando.
Bien, creo que no puedo pedir más a este artículo... me aclaré sobre el origen de la palabra aló que utilizamos al contestar el teléfono y de paso hasta cité a Los Simpson al escribir mi párrafo sobre el famoso "ahoy" del Señor Burns.