El acetaminofén y la compasión vistos bajo la misma lupa
¿El acetaminofén y la compasión? Podría decirse que es un título raro para un artículo, pero en realidad no lo es para este artículo que trata precisamente sobre cierta relación existente entre el acetaminofén y el sentimiento llamado compasión que muchos seres vivos poseemos.Por sus propiedades analgésicas, el acetaminofén es recetado para tratar el dolor producido por gran cantidad de males, lo que de la mano de su accesible precio lo convierte actualmente en uno de los medicamentos más consumidos a nivel mundial bajo nombres de diferentes marcas tales como Tylenol, Panadol, Paracetamol y alrededor de otras 600. De ahí que estoy casi cien 100 por ciento seguro de que tú has consumido o consumes este medicamento o simplemente sabes que cualquier vecino o amigo lo ha consumido o lo está consimiendo para aliviarse algún dolor o fiebre, y al leer el título del artículo no pudiste controlar tu curiosidad por saber qué relación puede llegar a haber entre el acetaminofén y la compasión.
Bien, te cuento que según un artículo publicado por CNN, tomar acetaminofén te hará perder la compasión. Esta rara noticia nació de un estudio realizado por la Universidad Estatal de Ohio. Una afirmación literal resultado del citado estudio sobre el acetaminofén y la compasión es esta: "Puede inclinar a quien la ingiera a sentir menos empatía con las situaciones y sentimientos de los otros. No sabemos por qué, pero el acetaminofén tiene estos efectos y es preocupante", según refirió Baldwin Way, uno de los autores del estudio.
Para dar un mejor ejemplo de lo que esto significa, Baldwin dijo: "Si estás teniendo una discusión con tu cónyuge y acabas de tomar acetaminofén, esta investigación sugiere que podrías ser menos comprensivo de lo que hiciste para herir los sentimientos de tu cónyuge".
El acetaminofén y la compasión: Llegando a las conclusiones
Bien, fueron varias pruebas; en una reunieron a 80 estudiantes universitarios. Dieron a la mitad de ellos un líquido con 1.000 mg de Paracetamol. A la otra mitad se le dio un líquido con nada del citado fármaco. Obviamente, los estudiantes no sabían lo que estaban bebiendo.
Después de una hora de consumido el medicamento, a los participantes se les dio a leer ocho cuentos con algunos escenarios realmente tristes. Por ejemplo, uno trataba sobre una persona que sufrió una herida de cuchillo que llegó a tocar hueso; otro era sobre alguien luchando con la muerte de su padre.
A los estudiantes se les pidió evaluar el dolor de la persona en el escenario. El grupo del placebo (es decir, los que no tomaron el acetaminofén) dieron una calificación alta. El grupo que bebió el líquido con Paracetamol no pensaba que el dolor era tan grande.
En otro estudio, a los participantes se los expuso a dosis de ruido que variaba de 75 a 105 decibeles. Se les pidió que calificaran qué tan desagradable era para ellos y lo desagradable que sería si algún otro pobre tipo fuera sometido a la misma dosis de ruido. El grupo del Paracetamol (acetaminofén) dijo que las explosiones de ruido no eran tan desagradables (Eso es comprensible ya que el acetaminofén reduce el dolor), pero también dijo que las explosiones no serían tan desagradables para otra persona (y volvemos a caer nuevamente en la carencia de empatía).
Conclusión final sobre la relación entre el acetaminofén y la compasión
Los resultados son consistentes con un estudio del año 2004 en el que se descubrió que la parte del cerebro que se activa cuando se siente dolor es la misma que se activa cuando estás imaginando a otra persona sentir ese mismo dolor.
Es lógico pensar que si el paracetamol disminuye el dolor, también disminuye la capacidad de percibir imágenes mentales de otras personas sintiendo dolor, por lo tanto, la conclusión a que llegaron nuestros investigadores del estado de Ohio es que el acetaminofén no solo adormece el dolor, sino también la compasión.
