Los beneficios de la lectura son abundantes, lo cual es especialmente importante en una era muy distraída en que estamos plagados de teléfonos inteligentes, y en la que una cuarta parte de los niños estadounidenses no aprenden a leer. Esto no sólo los pone en peligro social e intelectualmente, sino que también los perjudica a nivel cognitivo de por vida. Un estudio realizado a 72 niños de entre 8 a 10 años en el año 2009, reveló que la lectura crea nueva materia blanca en el cerebro, lo que mejora la comunicación en todo el sistema, y haciéndolos así más inteligentes y empáticos. Por otro lado, la lectura también tiene ventajas sobre solo mirar videos o solo escuchar audiolibros.
La materia blanca transporta información entre regiones de materia gris, donde se procesa cualquier información. La lectura no sólo aumenta la materia blanca, sino que ayuda a procesar la información de manera más eficiente.
Leer en un idioma tiene enormes beneficios. Aprender un idioma extranjero no sólo mejorará la capacidad de comunicación con gente en círculos más amplios, sino que las regiones del cerebro que participan en la navegación espacial y el aprendizaje de nueva información aumentarán de tamaño. Aprender un nuevo idioma también mejora la memoria en general.
Los atletas han imaginado desde hace mucho tiempo sus movimientos (Serena Williams, sus saques; Conor McGregor, sus patadas; Usain Bolt, sus aceleraciones de velocidad) para lograr una mejor eficiencia mientras se mueven en sus competencias. Eso sucede porque sus cerebros están practicando por medio de técnicas de visualización.
La lectura de novelas es, innegablemente, una gran manera de practicar del ser humano. En lugar de correr y dar puñetazos, algo más primitivo y necesario en una sociedad es la empatía. A medida que te sumerjas más profundamente en lecturas que tratan de amor o de tristezas por sucesos desgraciados, más fácilmente podrás sentir empatía por las demás personas, pues tu cerebro habrá "prácticado" al imaginar o sentir las escenas de amor o de tristeza. Así, los ejemplos se hacen muchísimos y confirmables por los amantes de los distintos tipos de lecturas. En ese sentido, las novelas logran llevarnos más allá de la simulación de una realidad para ofrecernos una experiencia inasequible fuera de sus páginas: la oportunidad de sumergirnos de lleno en los pensamientos y sentimientos de otras personas.
Leer es como cualquier habilidad. Hay que practicar la lectura de manera regular y constante. Compartir historias entre nosotros hace que la vida sea más interesante y significativa. Leer un libro para sumergirse en una buena historia es algo que deberías hacer a menudo.
¡Saludos y saludes!
