Según los investigadores, la víctima estaba durmiendo en su dormitorio cuando el sospechoso logró entrar a su residencia en Bradenton. Cuando la víctima se despertó alrededor de las 3:30 AM, su sorpresa fue que el intruso estaba chupando sus dedos de los pies.
Según el reporte policial, "la víctima le preguntó al sospechoso qué estaba haciendo". Al asumir que estaba a punto de ser víctima de un robo, la víctima dijo al intruso que no tenía dinero, a lo que el intruso contestó que estaba allí para chuparle los dedos de los pies.
La víctima, que se encontraba sola en la residencia, entonces empezó a dar puñetazos al intruso, obligándolo a salir de la casa. Mientras lo sacaban de la casa, el sospechoso "le dijo a la víctima que tenía un arma".
La policía aclaró que no obstante, "nunca se vio un arma durante el altercado".
Después de darle puñetazos en la cara al intruso durante "aproximadamente 30 segundos", la víctima volvió a entrar en la casa y llamó al 911. En ese momento, el despechado intruso "golpeó el vidrio" de la ventana frontal de la casa y luego se subió sobre el auto de la víctima y pisoteó el parabrisas hasta que lo rompió.
El adolorido intruso huyó antes de que llegara la policía, y un perro entrenado no pudo localizarlo. Cabe mencionar que el sospechoso estaba ensangrentado a causa de los puñetazos lanzados por la víctima. La policía utilizó hisopos para tomar las "muestras" de sangre dejadas por la víctima.
La víctima dijo, por mencionar algunos datos, que el intruso tenía entre 20 y 25 años de edad, era calvo, estaba afeitado y medía alrededor de 5' 11" de altura y pesaba unas 160 libras. La víctima dijo que se lastimó las manos por golpear al intruso, quien, bien valga mencionar, le causó más de $1000 en daños a la residencia y al automóvil.
Los policías no han arrestado a nadie en relación con el allanamiento de morada, al que han clasificado como un delito grave (robo con violencia) y un delito grave de picardía. 😂
