Historias de miedo para contar en la oscuridad es una adaptación de una serie de antologías de historias cortas publicadas en la década de 1980 por el folclorista y prolífico autor estadounidense Alvin Schwartz. Las historias, que están dirigidas a los lectores jóvenes, son breves y a menudo espantosos resúmenes de cuentos de fogatas y leyendas un tanto olvidadas. La crítica de Schwartz, sabe que sin lugar a dudas, este libro de antologías fue mejorado por las inquietantes ilustraciones de Stephen Gammell, y ha aparecido constantemente en la lista de los más prohibidos de la
American Library Association's most banned (Asociación Americana de Bibliotecas) durante los últimos 30 años.
El maestro del terror mexicano, ganador del premio a la mejor película (La forma del agua) en el año 2017, Guillermo del Toro, produjo esta adaptación en el año 2019, pero en lugar de hacer una antología al estilo de la película El festín del terror / Cuentos macabros, del Toro creó una historia base y le pidió la dirección a André Øvredal.
La historia de la película Historias de miedo para contar en la oscuridad inicia en día de Noche de Brujas del año 1968, durante "el último otoño de nuestra infancia", según dice la narradora. Pronto nos enteramos que quien narra es Stella (Zoe Margaret Colletti), una adolescente que se pone verrugas falsas en la cara y se pinta los labios en negro para vestirse de bruja y dar inicio a las travesuras de esa noche en el pequeño pueblo llamado Mill Valley, en Pennsylvania. Luego se reúne con sus amigos Auggie (Gabriel Rush) y Chuck (Austin Zajur), con quienes ha planeado lanzar una pequeña bolsa llena de cierta cosa apestosa por motivos de venganza contra el bravucón Tommy (Austin Abrams). Pero cuando las cosas se ponen feas, huyen a un autocine, donde son salvados por Ramón (Michael Garza).
Esa misma noche, el grupo, de ahora 4 adolescentes toma el camino hacia la única mansión encantada de la ciudad. La fachada de mansión revela que es de finales de la época victoriana. La historia de los ricos descendientes de los Bellows, la familia fundadora del pueblo, se ha venido convirtiendo en algo muy tétrico. La hija menor, Sara (Kathleen Pollard), era albina y la mantuvieron encerrada por vergüenza. La familia se marchó hace mucho tiempo, pero Sara ha vivido en la mente de los locales, especialmente porque hay niños lo suficientemente valientes como para escabullirse en la mansión y revivir la funesta historia de Sara. En
Historias de miedo para contar en la oscuridad ayuda mucho la pronta incursión en la tenebrosa mansión abandonada.
Mi crítica a Historias de miedo para contar en la oscuridad
Si lo anterior parece un montón de problemas para montar un dispositivo de enmarcado para un montón de cuentos cortos y espeluznantes, bueno, lo es, pero Øvredal y del Toro trabajan muy duro para que invirtamos nuestro tiempo en este grupo de forasteros del pueblo que viven en la víspera de la elección de Nixon.
Ayuda mucho el hecho de que Margaret Colletti traiga una gran energía de Hermione (de Harry Potter) como la chica inteligente condenada al aislamiento que está obsesionada con la escritura de terror. Las bromas de los adolescentes pronto se vuelven completamente espeluznantes cuando la aspirante a escritora Stella roba el libro de Sara, que contiene historias de miedo garabateadas con la sangre de niños, y pronto, el bravucón Tommy tiene un encuentro con un siniestro espantapájaros.
Lo que hace exitosa la película
Historias de miedo para contar en la oscuridad (Scary Stories To Tell In The Dark), en parte, son sus sólidas bases, y es que la película acertó en cuanto a la esencia del material del autor Alvin Schwartz, que eran historias notablemente concisas.
Como punto en contra tengo que mencionar que en la película parecen acortarse algunas escenas muy buenas. Hay algunas secuencias ingeniosas de persecución y
una escena realmente asquerosa con un grano en la cara y arañas, pero nunca llegan a ser tan intensas como queremos.
Los aficionados al horror reconocerán muchas alegorías en juego, que se apoyan mucho más en el horror corporal de Cronenberg que lo que sugeriría el escenario retro, así lo vemos en el espeluznante grano que sufrió la hermana de Chuck, Nancy (Natalie Ganzhorn) en la noche del gran festival de la cosecha del instituto...
Ya sabemos que el horror es un género de alegorías, y la película Historias de miedo para contar en la oscuridad no se hace ningún favor al hacer todo muy literal en este aspecto: Hay muchos paralelismos con el monstruo de terror de Stephen King "It", y
cuando Auggie se viste de payaso para Halloween, parece ser un pellizco a la competencia. La película explica repetidamente cómo debemos sentirnos acerca del sentimiento de culpa de Stella por el abandono por parte de su madre. Llama la atención algunos desvíos innecesarios, como la repentina inmersión en el mundo del vudú, que no añade nada a la historia.
Historias de miedo para contar en la oscuridad tiene sus mejores momentos cuando la narración se desvanece y los monstruos asechan. En los momentos entre los diálogos podemos apreciar muy bien el mundo que Øvredal ha creado con tanto esmero. Por ejemplo: el cielo sigue siendo azul brillante, y de hecho demasiado intenso, lo que recuerda a los artificiosos mundos de cuentos de hadas de Tim Burton, pero las calles están lejos de estar llenas de hojas muertas. Sin dudas,
Historias de miedo para contar en la oscuridad es un maravilloso tributo a la obra de Schwartz.
Si a Scary Stories le falta algo de originalidad, lo compensa en ejecución y corazón. Øvredal hace una virtud de sus limitaciones, capturando en el filme una paleta otoñal apagada e incluso utilizando a su favor la gradación del color en cierto punto. Los actores ansiosos y el sentido analógico y de presupuesto medio de los efectos resultan ser las mayores ventajas de la película
Historias de miedo para contar en la oscuridad.
Como explicó del Toro en "The Haunted Notebook of Sarah Bellows", era muy importante que la película tradujera a la pantalla las criaturas soñadas por el ilustrador Stephen Gammell, por lo que la compañía de Mike Elizalde, llamada "Spectral Motion", fue traída para hacer el trabajo. Del Toro dijo que durante varios meses trabajaron duro para asegurarse de que los trajes tridimensionales y las prótesis que entregaron fueran fieles a las imágenes que estaban procesando. Sin lugar a dudas, las máscaras fueron recreadas de manera impresionante por Trick or Treat Studios.
