Noah, el Niño "sin Cerebro" que Vive contra Todo Pronóstico

Noah, entre los "niños sin cerebro" ha sido un caso único. Con Shelly Wall, su mamá.

Noah, su cerebro y demás complicaciones durante la gestación e infancia


En el año 2012, nació Noah, que sorprendió a muchos médicos. El niño tenía la columna vertebral deformada, una severa hidrocefalia y "apenas tenía un 2% de su cerebro".

Las recomendaciones de los médicos en este caso eran tajantes: detener el embarazo, resolver el problema antes de que el niño muera atormentado por la incapacidad de su cuerpo para realizar las funciones elementales. Los doctores, de hecho, le hicieron la misma recomendación a Rob y Shelly Wall hasta cinco veces: un aborto. Pero Shelly, la madre, se negó a tomar tal decisión, y 5 años después de que Noah Wall naciera, el canal BBC hizo un increíble documental sobre un niño sin cerebro. La familia Wall reside en Abbeytown, en Cumbria, Inglaterra.

El bebé que esperaba esta pareja sufría de hidrocefalia y un caso de espina bífida con una separación tan grande que los médicos descartaron que fuera posible cerrarla completamente. Los médicos advirtieron a Rob y Shelly que esto causaría incapacidades como tener el cuerpo paralizado del pecho hacia abajo. El defecto cerebral de Noah fue a consecuencia de la hidrocefalia, y los médicos fueron concluyentes sobre el futuro del niño: no ha habido casos de recuperación a tal escala de daño cerebral.

Al principio, al parecer, sus predicciones se cumplieron, pues el recién nacido aparentemente estaba completamente incapacitado en cuanto a actividad mental se refiere. Los médicos, además, emitieron una "orden de no resucitar", lo que significaba que si Noah dejaba de respirar en algún momento, no se debería intentaría salvársele con reanimación pulmonar.

Se dice que Noah era un niño sin cerebro. Entre los niños con esa condición, el de Noah es un caso único.
Con el transcurso del tiempo ocurrió un pequeño milagro: el cerebro de Noah comenzó a crecer, hablando en términos simples. El caso de Noah, sin exagerar, es uno de los más singulares de la historia de la medicina. Es poco probable que el chico se recupere al 100%, pero ahora su recuperación se ha convertido en un extraño experimento que la propia naturaleza pone en marcha. Lo único que le queda a los médicos es observar y aprender.

La infancia de Noah no ha sido nada fácil, pues ha estado colmada visitas al médico, de tratamientos y operaciones. Pero, en diciembre del año 2019, Noah ya era un niño feliz porque podía mover un pie, manteniendo la esperanza de poder caminar pronto, pues como él mismo dijo en un video de la BBC, su masa cerebral había crecido hasta alcanzar el 80%.

El crecimiento del cerebro de Noah


Cerebro de Noah. Desde un 2% al nacer (casi sin cerebro) hasta casi el 80% en 3 años.
Noah podía respirar y beber normalmente porque su tallo cerebral estaba intacto, según confirma el Dr. Gregory Scott, un investigador en neurociencias de la Escuela Imperial de Londres.

A la edad de tres años, a Noah se le realizó una segunda exploración. Esta vez, los análisis revelaron que algo milagroso había sucedido: su cerebro había crecido. Ahora, tenía casi el 80 por ciento del tamaño de un cerebro de tamaño normal. El Dr. Scott cree que la derivación (drenado de líquido cefalorraquídeo del cerebro hacia otras partes del cuerpo) puede haber ayudado a hacer espacio para que el cerebro de Noah creciera. Pero en sí, el hecho de que el cerebro de Noah creciera es un misterio que revela que aún sabemos muy poco sobre este órgano tan complejo.

Después del escaneo que se le realizó a Noah a los tres años de edad no sé si se le ha hecho otro que nos diga más sobre su cerebro, no he encontrado nada al respecto. ¿Le ha seguido creciendo el cerebro?, no lo sé. Este artículo es de abril del año 2020 y Noah tiene aproximadamente 8 años de edad.

Actualmente, Noah , además de mostrar mucho progreso intelectual, es un niño muy desinhibido con una anorme madurez emocional (le gusta conversar con personas de todas las edades y no teme a las multitudes) y con gran sentido del humor (incluso es muy bueno haciendo bromas pesadas para hacer reír a los demás). Sus actividades favoritas y gustos son como los de la gran mayoría de los niños: le gusta dibujar, jugar con videojuegos, le gustan los animales, mirar películas y hasta cocinar. Por cierto, también adora los Legos.

Al nacer, Noah solo tenía aproximadamente el 2% de su cerebro, y luego, este creció hasta tener un 80% de su tamaño promedio a sus 3 años de edad. Shelly Wall cree que el problema de Noah puede estar relacionado con la carencia de ácido fólico, como lo comenta en su sitio web. Shelly lo tomaba, pero sospecha que no lo suficientemente temprano porque ignoraba sobre su importancia.

Datos importantes relacionados a la anencefalia


Noah fue llamado niño sin cerebro. Acá de compras.
La anencefalia es 100% letal. El 50% de los niños fallecen en el útero, el resto inmediatamente después de nacer o dentro de una semana o varios meses. Pero como en todas partes, hay excepciones. El récord entre los niños anencefálicos es de una niña llamada Stephanie Keene, apodada Baby K, que vivió 2 años y 174 días. La cantidad total gastada en mantener viva a la bebé anencéfala Baby K fue como de medio millón de dólares.

El récord de supervivencia de Baby K fue roto por Jaxon Emmett Buell (tenía aproximadamente solo un 20% de cerebro), nacido el 27 de agosto del 2014, y cuyo fallecimiento fue el primero de abril del año 2020.

Mi conciso punto de vista sobre el "crecimiento" de la masa encefálica de Noah Wall

En sí, para que se diera un crecimiento (o hasta regeneración) del cerebro de Noah y su exitoso desarrollo mental, primó la preservación de su tallo cerebral y el cableado neuronal. La masa encefálica, hasta donde sabemos, no se regenera como lo hace el hígado, por lo que es obviedad que en el caso de Noah esta estaba simplemente muy compactada a causa de su hidrocefalia. Es de suponer que una reacomodación por hidratación de la masa encefálica es lo que ha sucedido en este caso (después de la derivación, como lo dice el doctor Scott), y con la consiguiente libertad de los enlaces neuronales y formación de nuevas conexiones reuronales al mismo tiempo, las habilidades motrices de Noah se han ido restableciendo. Hay que destacar que la espina bífida puede implicar mucha afectación en la médula espinal y en ramificaciones nerviosas.