Anastasia King (de nombre real Anastasia Solovieva) pasó por este mundo como hija única de unos humildes profesores de música residentes en Bishkek (Kirguistán), una pequeña ciudad del antiguo bloque soviético. Ya de pequeña, Anastasia cautivaba a los adultos tanto con sus recitaciones de poemas memorizados como por sus narraciones de los cuentos de hadas que ella conocía. Anastasia no sólo tenía talento para contar historias, sino que también exhibía la destreza musical heredada de sus padres, demostrando ser una joven promesa como pianista clásica.
Al convertirse en Anastasia King, sus anhelos pronto se desvanecían
Cuando se convirtió en una hermosa joven en el umbral de un nuevo capítulo de su vida, Anastasia Solovieva irradiaba el encanto de una modelo, acompañado de una personalidad viva y vibrante. Su corazón anhelaba explorar el mundo, en especial Estados Unidos. Animada por sus padres, Anastasia estableció contactos con la industria del modelaje y empezó a hojear catálogos de búsqueda de pareja.
En poco tiempo, Anastasia entabló correspondencia con un caballero estadounidense llamado Indle King. A través de cartas y visitas en persona, este hombre se esforzó por seducir a su familia. Tras un breve noviazgo y varios encuentros en Kirguistán, la pareja se estableció en Seattle, Estados Unidos.
Al principio, las cartas de Anastasia a sus padres expresaban satisfacción y alegría por su nueva vida en Estados Unidos. Sin embargo, al año de casados, la tranquilidad se rompió cuando las fuerzas del orden acudieron a un incidente doméstico en la residencia de los King. Anastasia se presentó ante los agentes con arañazos visibles en el pecho y el estómago, alegando que su marido era el causante.
En este punto, Anastasia ya se estaba ahogando en una relación en la que no gozaba de algunos derechos de los que cualquier mujer, joven o adulta, debería gozar, como ir a una parrillada de amigos, incluso en compañía de su marido, pues este le aseguraba que a la vida de una pareja le debería bastar con sus actividades en casa.
Aunque Anastasia cometió un error del que no vale la pena hablar, pues la relación con su esposo estaba completamente desboronada (pues este ni siquiera consideraba las sanas propuestas de su joven esposa), no debemos olvidar que nada da el derecho a una persona de lastimar emocional o físicamente a otra, especialmente llegando a extremos.
Las anotaciones del diario de Anastasia King relatan los abusos agonizantes que sufrió y el miedo paralizante que sentía hacia su marido, que la amenazó repetidamente de muerte si se atrevía a marcharse. Finalmente, Anastasia tomó la difícil decisión de regresar a su tierra natal para pasar una larga estancia con sus padres. Sin embargo, su marido no tardó en seguirla y acabó convenciéndola para que regresara a Seattle. Trágicamente, esa fue la última vez que alguien vio a Anastasia.
Buscando el paradero de Anastasia King
La angustia se apoderó de sus padres cuando sus intentos de contactar por teléfono a su querida hija resultaron inútiles. Su marido afirmaba que Anastasia no había regresado con él a Seattle y que él se había quedado en Moscú al cambiar de avión. Desesperados, sus padres viajaron a Moscú, recorrieron todos los hospitales y depósitos de cadáveres en busca de su única hija, pero sus esfuerzos no dieron resultado. Se avisó al Departamento de Policía de Mountlake Terrace (a unos 21 kilómetros o 13 millas de Seattle), y las autoridades no tardaron en sospechar que se trataba de un homicidio. Sus peores pesadillas se hicieron realidad cuando, en diciembre del año 2000, descubrieron el cuerpo de Anastasia, que había sido estrangulada y enterrada en una fosa poco profunda en Washington. Su marido (Indle King) y un cómplice (un joven inquilino de Indle) fueron detenidos y acusados de asesinato.
Los padres de Anastasia recibieron el apoyo incondicional de sus familiares y amigos, que se unieron a ellos a su llegada a Seattle para ayudarles en la búsqueda de su hija. Además, recibieron ayuda económica crucial para cubrir gastos de emergencia como alojamiento, comida, transporte y ropa. Una de las principales prioridades fue encontrar un intérprete para facilitar la comunicación. Un defensor de las víctimas ofreció intervención continua en situaciones de crisis mientras esperaban los dos juicios a los asesinos de Anastasia. Familiares y amigos colaboraron diligentemente con las autoridades de inmigración, prestaron apoyo en los tribunales y participaron en actividades de divulgación en los medios de comunicación. Tras los juicios, los miembros del jurado se pusieron en contacto con familiares y amigos en busca de sesiones informativas para procesar los desgarradores detalles presentados durante los procedimientos.
Tras el trágico asesinato de Anastasia King, los legisladores del estado de Washington promulgaron leyes para investigar a los posibles pretendientes en el sector de las "novias por correo o por catálogo". La senadora estadounidense Maria Cantwell, conmovida por la historia de Anastasia, la llevó a Washington D.C. e impulsó con éxito nuevas leyes a nivel federal. Los padres de Anastasia testificaron valientemente, apoyados por su abogado defensor. Aunque nada puede devolverle la vida a Anastasia King, estas nuevas leyes pretenden evitar que otra joven sufra un destino similar.
Por cierto, espero que no la confundas con la editora y productora creativa de cine llamada Anastasia Solovieva.
Fuente: https://victimsupportservices.org/memorial/anastasia-king/
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