El naufragio quedó varado en el fondo del mar hasta el año 2011 cuando "Odyssey Marine Exploration", una compañía de excavación de naufragios lo descubrió y se dispuso a recuperar el botín perdido. "Esta fue una recuperación extremadamente compleja, que se complicó por el tamaño y la estructura del SS Gairsoppa ", dijo Greg Stemm, presidente ejecutivo de la compañía.
La base de los "cazadores" del tesoro fue el "Seabed Worker", un barco de 291 pies. Ellos guiaban remotamente los vehículos marinos que pueden bucear a profundidades de unos 3 kilómetros.
Para recuperar las barras de plata, que pesaban hasta casi 69 libras cada una, las herramientas de recuperación necesitaban ser tan precisas como lo eran de poderosas. "Para aumentar las complicaciones, la plata restante se encontraba almacena en un compartimiento pequeño que era de muy difícil acceso", dijo Stemm.
Las 2792 barras de plata que la tripulación del Odyssey rescató (más del 99% de la plata que se había informado que iba a bordo del barco cuando se hundió) fueron trasladadas al Reino Unido. Se estimó el valor de los lingotes de plata en unos 150 millones de euros.
