Hay nieve fuera de la ventana y los gatos ya lo saben... La nieve es una delicia increíble para los niños y una tristeza en el alma de los adultos, que de repente recuerdan cómo se regocijaron con la nieve en la infancia. Pero los gatos y gatitos no tienen alegría o nostalgia en esos momentos, y hasta parece que no entienden lo que está sucediendo, pero todo indica que el hielo o el frío en sus patas o en sus narices no les agrada mucho o hasta les causa genuino terror. Ya veremos las imágenes para comprobarlo.
Imágenes divertidas de gatos en la nieve
1 - La reacción de este gato a la nieve es completamente terrorífica.
2 - Este gato no se mira nada cómodo en la nieve. Su reacción es de completo hastío y desagrado, a tal punto que prefiere quedarse en el hueco rodeado de nieve antes que intentar salir y luchar para llegar a su casa.
3- Claramente miramos que este gato prefiere estar en casa cuando afuera hay nieve. Los gatos y la nieve no se llevan bien, y este gato parece decirnos que la helada nieve ya lo tiene fastidiado. Esta es la imagen de portada de este post, pero acá la incluí completa para darles una vista más clara del exterior.
4 - La reacción de espanto de este gato no tiene precio. El pobre gatito parece tener miedo de que lo pongan en el suelo, sobre la helada nieve.
5 - Si bien este gato intentaba cruzar el espacio lleno de nieve, parece que la sensación al contacto con la nieve es más incómoda de lo que él esperaba antes de saltar.
6 - Otro gato saltando en la nieve. Claramente notamos que este gato trata de hacer el mínimo contacto posible con la nieve.
7 - Bueno, parece que este gato está jugando a "el que toca la nieve pierde" y se asegura de no pisar la nieve en lo mínimo posible.
8 - A este gato la nieve lo tiene afligido hasta los pelos. Sinceramente, ¿no hubieras sacado de la nieve al gatito para cargarlo y aliviarle su aflicción?
9 - Acá no miramos al gato, pero al parecer fue un pequeño minino el que ha dejado esta pequeña huella en la nieve, luego de querer salir, sólo para percatarse que la sensación de la nieve en sus patas no fue de su agrado.
10 - Menos mal que no nos topamos con este gato. La cara de este gato era de pocos amigos en ese momento. Supongo que la sola idea de posar para la fotografía casi termina por derramar el agua del vaso. Si bien estar lidiando con la nieve ya era algo de mal gusto para él, posar para una foto aumentó su enojo.