La película de terror Presencias Inexplicables (2020) gira en torno a la historia de Emma (Katia Winter), que se convierte en la tutora legal de su pequeña hija Isla (Leya Catlett) tras la prematura muerte de su marido, de quien estaba separada. Tras años separados, Emma espera reconstruir la relación madre-hija, sin embargo, las cosas toman un giro siniestro cuando una presencia comienza a atormentarlas en su nuevo hogar.
Crítica a Presencias Inexplicables
Presencias Inexplicables establece un tono oscuro desde el principio con un flashback de un intento de suicidio. Cuando Emma recupera la custodia de Isla, el ambiente oscuro se intensifica, ya que su nuevo hogar parece jugarles una mala pasada. La historia se adentra en un terreno conocido, el de la actividad paranormal y el posible colapso mental. Aunque se trata de un concepto tópico explorado muchas veces en el cine de género, cuando se ejecuta con habilidad puede evocar una fuerte sensación de terror y suspense. La película lo consigue de cierta manera, acertando en muchos aspectos y proporcionando una experiencia medianamente convincente.
La película mantiene un tono oscuro y melancólico, y despliega su horror de forma lenta, con el objetivo de mantener asustados a los espectadores en lugar de hacer que se caigan del asiento. Cuando llegan los sustos, resultan eficaces, especialmente cuando la película estalla en violencia, sin miedo a adoptar elementos truculentos y sangrientos. Aquí es donde la película destaca. Sin embargo, la creación del director Eduardo Rodríguez tropieza con el ritmo. La lentitud se hace pesada a medida que la historia se acerca a la mitad, y es ahí donde parece que el director optó por incluir algunas subtramas que parecen muy forzadas o exageradas y que parecieron completamente innecesarias, todo por querer dar lugar a una experiencia más intensa y ajustada.
Destaca la interpretación de Katia Winter en el papel de Emma, que camina hábilmente por la delgada línea entre una madre que intenta reconectar con su hija distanciada y una mujer con problemas mentales que se esfuerza por mantener todo unido por el bien de su hija, a pesar del abrumador trauma que puede suponer la maternidad. Su interpretación me parece realmente excelente. La pequeña Leya Catlett, en el papel de Isla, complementa bastante bien a Katia Winter, ofreciendo, a mi parecer una excelente interpretación. El personaje de Isla no sólo está traumatizado por la muerte de su padre, sino que también se enfrenta a la tarea de familiarizarse con una madre a la que nunca ha conocido.
Presencias Inexplicables compensa sus carencias en los momentos finales de la película, cuando la trama cliché y estereotipada parece estar alcanzando un crescendo y, de repente, todo se va al traste. La historia vuelve a centrarse en la relación madre-hija antes de revelar la verdad de lo que ha estado ocurriendo en su casa, que, francamente, es más aterradora (desde un aspecto no sobrenatural) de lo que se podría haber imaginado.
Si bien lo que se revela en el tercer tercio de la película da lugar a considerar como incongruentes algunos “sucesos inexplicables" anteriores, tampoco se puede descartar que pudo haber manifestaciones de distinta índole. Esta es una de esas películas de terror que sugieren que el terror se puede estar presentando desde distintas dimensiones, más allá de lo paranormal.
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Este es el trailer oficial de la película Presencias Inexplicables. Pueden ver más trailers de películas en el canal de YouTube: https://www.youtube.com/@TrailerWorlds
En mi opinión, el director Eduardo Rodríguez es un talento un tanto infravalorado. Su primera película de Hollywood, Stash House (2012), fue un buen thriller de acción, y la siguiente, El Gringo (2012), nos ofrece otro tanto. Eduardo estuvo a cargo de regrabaciones en la película de terror “The Messengers" (2007).
